No hay duda que el aceite de rosa mosqueta se ha ido convirtiendo, con el paso de los años, en uno de los ingredientes principales, más destacados y en definitiva más importantes a la hora de disfrutar de una belleza mucho más natural. Se trata de un aceite que se extrae de las semillas de la rosa mosqueta (conocida científicamente con el nombre de Rosa Affinis Rubiginosa), un arbusto que puede llegar a superar los 2 metros de altura, y que se caracteriza por tener unas flores de cinco pétalos de color rosado o blanco-rosado, unas espinas de color violáceo y un característico olor almizclado.
Para la elaboración del aceite es necesario prensar en frío las semillas de la rosa mosqueta. Una vez hecho esto, se obtiene un aceite de color rojizo y olor acre, muy característico de los aceites que no han sido refinados.